sábado, 11 de diciembre de 2010

El papel del sociólogo en la sociedad (según Giddens)

Nadie que tenga conocimientos sociológicos puede ser inconsciente de las desigualdades que existen hoy en el mundo, la falta de justicia social en muchas situaciones sociales o las privaciones sufridas por millones de personas. Sería extraño que los sociólogos no tomaran posición sobre las cuestiones prácticas, y sería tan ilógico como poco práctico intentar prohibirles que recurrieran a su conocimiento sociológico al hacerlo.

Excelente... Me encantó.

Sociología - Cap, 1. Sociología: Problemas y perspectivas.

Anthony Giddens, Madrid Alianza, 1995

lunes, 18 de octubre de 2010

Que lindo "modelo" europeo

El debate cada vez más acalorado por la inmigración y la integración quedó en primer plano después de la publicación del libro Alemania va bien por sí sola, de Thilo Sarrazin, un ex integrante del Banco Central de Berlín. A pesar de ser profundamente antimusulmán y de haber sido tildado como propaganda nazi por las organizaciones judías, el libro se mantiene en el primer puesto de los libros más leídos en el país europeo.

Fuente: El multiculturalismo fracasó - Página 12

lunes, 11 de octubre de 2010

God is the ultimate gangster



God knows he's perfect and we're not
and we can never be but he expects us to be.
And he punishes us if we're not,|you know what I'm saying?
God is the ultimate gangster.
The supremo boss, you know what I mean?
Forgiveness, live by his code.|Deadness, if we don't.
Yo, he never has to talk to us face to face
and he never has to explain exactly why he does what he does.
Know what I'm saying?|Nigger sits up there in Heaven somewhere,
drinking a cappuccino, chilling...
Got the whole world in his hands.
He got the whole world by the balls.
In excelsius deo and all that shit.
---------------------------------------------------------------------
Dios sabe que él es perfecto y nosotros no
y que nunca lo seremos pero él espera que lo seamos.
Y nos castiga si no lo somos. ¿Entendés lo que estoy diciendo?
Dios es el ganster superior.
El jefe supremo ¿Entendés a lo que me refiero?
Clemencia, vive por su código. Muerte si no lo hacemos.
Eu! ni siquierea tiene que hablarnos cara a cara
y nunca tiene que explicar exactamente por qué hace lo que hace.
¿Me entendés? El flaco se sienta ahí arriba el alguna parte del cielo,
tomando un café, relajándose...
Tiene a todo el mundo agarrado por las pelotas.
In exelsius deo y toda esa mierda.

jueves, 7 de octubre de 2010

La doble contradicción del asistencialismo

Nos oponíamos a estas soluciones asistencialistas al mismo timepo que no aceptábamos las demás porque tienen una doble contradicción. En primer lugar, contradecían la vocación natural de la persona -ser sujeto y no objeto- y el asistencialismo hace de quien recibe la asistencia un objeto pasivo, sin posibilidad de participar en el proceso de su propia recuperación. En segundo lugar, contradecían el proceso de "democratización fundamental" en que estábamos situados.

El gran peligro del asistencialismo está en la violencia del antidiálogo, que impone al hombre mutismo y pasividad, no le ofrece condiciones especiales para el desarrollo o la "apertura" de su conciencia, que, en las democracias auténticas, ha de ser cada vez más crítica.



Sin esta conciencia cada vez más crítica no le será posible al hombre brasileño integrarse en su sociedad en transición, intensamente cambiante y contradictoria. De ahpi las relaciones de asistencialismo y masificación de las qeu es a un mismo tiempo efecto y causa.

Lo que importa, realmente, es ayudar al hombre a recuperarse. También a los pueblos. Hacerlos agentes de su propia recuperación. Es, repitamos, ponerlos en una posición conscientemente crítica frente a sus problemas.

El asistencialismo, al contrario, es una forma de acción que roba al hombre condiciones para el logro de una de las necesidades fundamentales de su alma: la responsabilidad.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Juicio al Capitalismo

La ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú y yo. (Karl Kraus)

El capitalismo es violento, valga la redundancia. Es obvio, pero hay que decirlo, el capitalismo es, sin lugar a dudas, violento, y salvaje. Más allá de la pura necesidad biológica de un canibalismo ancestral, el capitalismo devora sin necesidad, el capitalismo denigra seres humanos por ambición, el capitalismo compra conciencias y silencios. El capitalismo es cruel, infinitamente cruel.

En reunion popular y

Considerando:

— Que el capitalismo desprecia la vida humana y antepone a ella los intereses materiales.

— Que el capitalismo patrocina, promueve, mantiene y aumenta las miserias del pobre y los excesos del rico.

— Que el capitalismo asesina por hambre a millones de personas todos los años en todo el mundo.

— Que el capitalismo convierte en negocio cuantas cosas hacen desgraciado al ser humano (el hambre, la enfermedad, la guerra…)

— Que el capitalismo privatiza beneficios y socializa pérdidas.

— Que el capitalismo condena a un menor de edad a trabajar en condiciones similares a la esclavitud, para satisfacer la sobreexcitada demanda de determinado producto en el mercado capitalista, plagado de consumidores ciegos y pasivos.

— Que el capitalismo pone su dañino ojo en un caladero de pesca tradicional en la costa índica de cualquier país africano y lo reconvierte en basurero nuclear. Con el agravante de acusar de terrorismo a quienes intentan defender la pesca artesanal, su único modo de vida pacífico y, por lo tanto, alejado del capitalismo.

— Que el capitalismo invade países que tienen la mala suerte de estar situados encima de ingentes cantidades de petróleo, de litio o de cualquier cosa de valor temporal. Con el agravante de llamar “insurgentes” a los habitantes de los territorios ocupados que se oponen a tal invasión ilegal. Incluso llega a enviarlos lejos de su país y a encerrarlos en cárceles también ilegales e instaladas en otros países distintos al del invasor.

— Que el capitalismo, a través del uso indiscriminado de los medios de comunicación masiva a su servicio exclusivo, manipula, tergiversa y embrolla la realidad, con el fin de evitar que los ciudadanos de a pie la perciban tal y como es. Evitando así cualquier pronunciamiento de disconformidad.

— Que el capitalismo “adquiere” partidarios desde la cuna. Cuando uno de ellos recibe lo que se denomina “la mejor educación”, ésta incluye indefectiblemente el poso del capitalismo salvaje que, con el tiempo, habrá de volver al “partidario” contra sus semejantes en cuanto tenga oportunidad de ello. Haciendo que salga lo peor que un ser humano pueda llevar dentro.

— Que el capitalismo criminaliza y marca como enemigo público, a todo aquel que plantea el más mínimo desacuerdo sobre sus medios o sus fines.

— Que el capitalismo desprecia y ridiculiza a quien da muestras del más mínimo sentimiento humano.

— Que el capitalismo es genéticamente fascista y excluyente.

El jurado popular encuentra al capitalismo culpable de los siguientes delitos:

Homicidio, Lesiones, Manipulación Genética, Detenciones Ilegales, Amenazas, Coacciones, Torturas, Agresiones Sexuales, Omisión del Deber de Socorro, Vulnerar el Domicilio, Calumnia, Injuria, Contra el Patrimonio, Contra el Orden Socioeconómico, Robo, Extorsión, Usurpación, Estafa, Apropiación Indebida, Insolvencia Punible, Alteración de los precios, Daños en propiedad ajena, Contra los Derechos de los Trabajadores, Contra los Derechos de los Ciudadanos Extranjeros, Contra el Medio Ambiente, Contra la Seguridad Colectiva, Falsedad Documental, Denegación de Auxilio, Cohecho, Tráfico de influencias, Malversación, Encubrimiento, Falso Testimonio, Usurpación de funciones, Contra la Libertad de Conciencia, Terrorismo; Tenencia, tráfico y depósito de armas de destrucción masiva, municiones o explosivos; Contra la Paz, Genocidio, Lesa Humanidad, Esclavismo, Contra los Intereses Generales.

Todos cometidos con un solo fin: ganar MÁS dinero.

Por todo ello, se impone contra el capitalismo una “Orden de alejamiento”, según la cuál el condenado capitalismo no podrá volver a hacer esclavo a ningún ser humano.

Puede que solo sea una impresión mía, pero creo que el capitalismo es el estadio superlativo del canibalismo ancestral. Es la situación que se da cuando caníbal ya ha saciado su apetito y aún queda carne fresca, rica, jugosa y tentadora, y además a nadie parece importarle que siga comiendo y comiendo. Así reviente. Amén.

Fuente: http://impresionesmias.com/2010/09/29/juicio-al-capitalismo/

(Yo lo leí en rebelion.org)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Radicales y Sectarios

Paulo Freire en "La educación como práctica de la libertad":
La radicalización que implica el enraizamiento que el hombre hace en la opción, es positiva, porque es preponderantemente crítica. Crítica y amorosa, humilde y comunicativa. El hombre radical en su opción no niega el derecho a otro de optar. No pretende imponer su opción, dialoga sobre ella. Está convencido de su acierto, pero respetaen otro el derecho de juzgarse también dueño de la verdad; tiene el deber, por una cuestión de amor, de reaccionar con violencia a los que pretenden imponerle silencio. A los que, en nombre de la libertad, matan, en sí y en él, la propia libertad. La posición radical que es amorosa no puede ser autoflagelante. No puede acomodarse pasivamente frente al poder exacerbado de algunos que lleva a la deshumanización de todos, incluso de los poderosos. El mal residía en que, no estando preparado para la captación crítica del desafío, juguete de la fuerza de contradicciones, el hombre brasileño y aun sus elites venían desembocando en el sectarismo y no en las soluciones radicales. Y el sectarismo tiene una matriz preponderantemente emocional y acrítica, es arrogante, antidialogal y por eso anticomunicativa. Es reaccionaria, sea asumida por un derechista, que para nosotros es un sectario de "nacimiento", o un izquierdista. El sectario nada crea porque no ama. No respeta la opción de los otros. Pretende imponer la suya -que no es opción sino fanatismo- a todos. De ahí la inclinación del sectario al activismo, que es la acción sin control de la reflexión. De ahí su gusto por eslóganes que difícilmente sobrepasan la esfera de los mitos y, por eso mismo, mueren en sus mismas verdades, porque se nutren de lo puramente 'relativo, a lo que se le atribuyen valores absolutos'."

Cualquier semejanza con el contexto político actual de la Facultad de Sociales NO es pura coincidencia.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Viejo Silogismo Peronista

a) El peronismo es progresista;


b) todo antiperonista es un reaccionario,


c) por lo tanto, todo progresista debe adherir necesariamente al peronismo.


Viejo silogismo peronista que muchos se fumaron y no pueden sacarselo de la cabeza. Es lo que más detesto del peronismo actual.

Véase como crítica constructiva por favor...

miércoles, 18 de agosto de 2010

¿Qué habrá hecho ese mortal...?

La humana mortalidad es, por excelencia, el principio antropológico igualitario que trasciende fronteras territoriales y temporales. En este estricto sentido, la muerte de Karl Marx, como la de todo ser mortal, era una muerte anunciada. Sin embargo, el adiós a Marx, a diferencia de las despedidas recibidas por la inmensa mayoría de los mortales, se renueva periódicamente una y otra vez. ¿Qué habrá hecho este mortal para procurarse una existencia inmortal? La respuesta presenta varias aristas y desde todas ellas no deja de ser paradójica: Marx ha bebido de las inequidades del capitalismo. Para sorpresa de unos poco, el capitalismo sigue cobrándose vidas a escala planetaria. Y en ese proceso, hoy mucho más que en el siglo XIX, se convierte en el elixir de la eterna juventud que vivifica a Marx y su legado como uno de sus más agudos y fecundos críticos. El poeta no se equivocaba cuando afirmaba que la vida es sueño: en efecto, desde su aparición, el marxismo ha sido la sempiterna pesadilla de quienes todavía creen en las virtudes del capitalismo.

Fragmento final de la introducción de "La Teoría Marxista Hoy. Problemas y perspectivas." De editorial Clacso.

martes, 8 de junio de 2010

¿Iguales?

Panfleto que cayo en mis manos en la sede de MT. de Sociales.



PONIENDO ESTÁN LOS GANSOS

A los argentinos, sostener a la Iglesia Católica Romana nos cuesta por todo concepto, más de 2.500 millones de pesos anuales. Sí, leíste bien: 2.500 millones que vos, yo, cada uno de nosotros, aportamos a través de nuestros impuestos. Todos los ciudadanos –cualquiera fuere su fe o religión, y aún aquellos que no practican ninguna– se ven obligados a contribuir con ella. El “sostenimiento” del culto católico no debiera ser una obligación de todos sino una alternativa voluntaria de sus fieles, un reflejo de la libertad individual que ampara la Constitución.

21.950 DE FRENTE MARCH…

Durante la última dictadura militar, el presidente de facto Jorge Rafael Videla y el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz establecieron, a través de la Ley 21.950, la asignación mensual a los obispos y arzobispos equivalente al 80% de la remuneración de un Juez de primera instancia (70% en caso de los obispos auxiliares); por medio de la Ley 21.540 dispusieron para los obispos eméritos el pago de una suma equivalente al 70% de la remuneración de un Juez de primera instancia (60% para los auxiliares); y con la Ley 22.162 impusieron el pago de una asignación para las parroquias de frontera. Finalmente, la Ley 22.950, firmada por Reynaldo Bignone, estableció que se le debe pagar a las diócesis y a cinco institutos de vida consagrada…



Club Atlético “Otras Confesiones”
En el artículo 2 de la Constitución se afirma en forma ambigua el “sostenimiento” del culto católico por parte del Estado, y en el artículo 33 del Código Civil, se le permite sólo al culto católico gozar del privilegio de tener una personería jurídica pública y ser considerada como “Iglesia” a nivel jurídico.Este status la exime de adaptarse a las personas jurídicas, como, fundación o asociación, pues se la considera como una entidad de derecho público. Mientras que todos los demás credos no pueden adoptar su forma organizativa para su desarrollo, pues su registro es similar al de un club de fútbol. A pesar de ser la Iglesia Católica Romana una persona jurídica pública, nunca publicó sus balances ni actos de gobierno, lo que la pone en el incumplimiento de las normas ya que los mismos deberían ser de conocimiento general de la ciudadanía.
Además del tratamiento jurídico único y de ser sostenida económicamente por el Estado Nacional, la Iglesia Católica Romana tiene el beneficio de exenciones impositivas tanto para sus actividades como para su patrimonio y recibe del aporte estatal a los colegios privados que no forman parte del presupuesto de culto sino que son apoyo obligado a la educación de gestión privada. Es cierto que este aporte es para los colegios confesionales y no confesionales, pero los mayores beneficiados por estos subsidios son los confesionales… Entretanto las partidas para las escuelas públicas sufren recortes, las otorgadas a las instituciones católicas aumentan.
Pero esto no termina aquí, a estos privilegios se le suman la capacidad de participación que la Iglesia Católica Romana tiene en la Ley Federal de Educación, colaborando en la elaboración y corrección de programas de estudios, manuales, libros y doctrina…También, en el artículo 37 de la nueva Ley de Medios Audiovisuales, se le asigna a personas de existencia ideal de derecho público estatal, Universidades Nacionales, Pueblos Originarios e Iglesia Católica, el otorgamiento de autorizaciones de explotación de medios radiales y de manera directa, de acuerdo con la disponibilidad de espectro, cuando fuera pertinente.
Nuestro reclamo de IGUALDAD RELIGIOSA procura abolir los privilegios y expresa la importancia de alcanzar la constitución de un estado laico. Primeramente, para que éste no tenga religión oficial y, segundo, para que mantenga una conducta neutral frente a todas las comunidades religiosas, sin favorecer o discriminar a ninguna y permaneciendo ajeno al sostenimiento económico de cualquier tipo de religión.

Un poco de historia
En los tiempos en los que fue creada la Constitución de 1853, había una puja entre quienes querían que en ella se dejara grabado un Estado católico y quienes querían establecer la separación entre Iglesia y Estado.La Iglesia Católica Romana, que existía con anterioridad al Estado, en los primeros tiempos de la independencia argentina, recibía los diezmos y las primicias que el gobierno recaudaba para ella y poseía una gran cantidad de inmuebles destinados a fines eclesiásticos.Pero en 1822, el catolicismo fue privado de estas fuentes de recursos y las leyes que dispusieron esas medidas, al mismo tiempo, impusieron al Estado la obligación de sostener económicamente al clero y pagar los gastos del culto. Los constituyentes de 1853, que sabían la obligación de este compromiso, lo incluyeron en la Constitución.


Patronato y Concordato
Además de sostener el culto católico, la Constitución reconoció el ejercicio del Patronato. Este derecho era el conjunto de prerrogativas que correspondían a quienes habían fundado o dotado iglesias o beneficios; a sus poseedores se les llamaba “patronos”. De acuerdo con este derecho, el Estado tenía injerencia en los asuntos eclesiásticos, considerándose a los obispos y sacerdotes empleados públicos, por lo tanto, recibían un sueldo del gobierno nacional.
Este sistema fue suprimido en 1966 mediante el Acuerdo firmado entre la Argentina y la Santa Sede (después del Concilio Vaticano II donde la Iglesia abandonó la defensa de la confesionalidad de los estados). Sin perjuicio, se fijó una nueva relación entre la Iglesia y el Estado. En aquel Concilio Vaticano II se expresó la decisión de la Iglesia, incluso, a abandonar todo privilegio adquirido por ésta de parte del poder civil. Desde entonces, rige en nuestro país la Ley 17.032 que se denomina Concordato, es decir un acuerdo. Así, los empleados de la Curia dejaron de ser considerados empleados públicos y, en cambio, se establecieron asignaciones para los obispos y los seminarios y se les otorgó subsidios a las parroquias de frontera.Todas estas asignaciones, actualmente, son pagadas por el Estado Nacional a la Conferencia Episcopal Argentina.Además, el Concordato establece privilegios para el catolicismo en el área educativa, otorgándole derechos para determinar los planes de estudios del Ministerio de Educación.En 1994, durante la última reforma constitucional, se derogaron las cláusulas del régimen de patronato que persistían en la Carta Magna, como, por ejemplo, aquellas que establecían el requisito de profesar la fe católica para ser electo presidente de la Nación, la obligación de convertir a los indios al catolicismo y el permiso para el ingreso de nuevas órdenes religiosas, entre otras.

Y, en el mundo ¿cómo andamos?
Dentro de América del Sur, tenemos ejemplos de Estados republicanos que no sostienen ningún culto: Brasil, Chile y Uruguay.Éste último, en el artículo 5 de su Constitución, establece: “El Estado no sostiene religión alguna (…). Declara, asimismo, exentos de toda clase de impuestos a los templos consagrados al culto de diversas religiones.
En España, por ejemplo, el Gobierno firmó un Convenio con la Conferencia Episcopal Española para un nuevo modelo de financiación suprimiendo la donación directa del Estado y aumentando la asignación de las aportaciones voluntarias del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas.Esto también se practica en Alemania, lugar donde la Iglesia Católica disfruta de mayores ingresos financieros.

Todos somos iguales
El artículo 14 de la Constitución argentina asegura que: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
La libertad de culto está garantizada; ahora, en plena democracia consolidada, debemos llegar a la igualdad de todas las confesiones derogando viejos privilegios de épocas remotas y otros otorgados por gobiernos de factos. Esto nos dará un verdadero estado de libertad, respeto y equidad. Reclamamos que se cumpla el artículo 14 de nuestra Constitución y que haya “IGUALDAD DE DERECHOS” entre todos los credos.

Por este motivo, requerimos la REFORMA CONSTITUCIONAL de lo dispuesto por los arts. 2 de la Constitución Nacional y 33 del Código Civil y los acuerdos con la Santa Sede, cuyos términos, directrices y enseñanzas VULNERAN y RESTRINGEN los principios y derechos más fundamentales de NO DISCRIMINACIÓN e IGUALDAD ANTE LA LEY y el ESTADO consagrados en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Declaración Universal de Derechos Humanos y Convención Americana sobre Derechos Humanos.Deseamos una ley que ponga fin a la desigualdad de personas y grupos religiosos y la igualdad jurídica de todos los credos y confesiones religiosas para que TODOS SEAN TRATADOS Y CONSIDERADOS bajo las mismas reglas. Solo en el marco de la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos, aboliendo definitivamente todos los privilegios injustos que solo se sostienen por tradiciones ancestrales, lograremos la Argentina justa, libre y soberana tan anhelada.

Fuente: http://www.ccnv.org/secciones/noticias/nota.php?id=664

miércoles, 26 de mayo de 2010

Camino al derecho a la pereza I

Antes de comenzar el cuatrimestre, me estaba preparando para enfrentarme a un libro que con sólo ojearlo, reafirmó, educó y completó mi postura sobre un aspecto clave en la vida de todo mortal. La antesala a un libro que nunca voy a olvidar, fue este otro... He aquí un pequeño extracto que comparto.
[...] En lugar del mero materialismo vulgar, Lafargue aplica al análisis de la religión el mismo análisis que Marx aplica a la mercancía: el mundo real no se muestra en forma directa, sino a través de apariencias cuyo sentido hay que develar. Así no se trata sólo de que para la burguesía la religión es útil, sino que existe un proceso material que genera la idea religiosa en el burgués de la misma manera que la generaba en el primitivo: si el "salvaje" no podía explicar el mundo natural y para ello apelaba a las fuerzas espirituales, el burgués no puede explicar el mundo social, no puede reconocer el papel creador del trabajo y su apropiación mediante la explotación del trabajador asalariado. Fenómeno que se refuerza como acrece la acumulación del capital y su derecho a la riqueza social comienza a hacerse incorpóreo, en forma de bonos, papeles bolsa, billetes de banco, etc.. En consecuencia, el burgués no puede ni quiere darse una explicación del mundo social.


Este doble vidrio opaco es el resultado de un proceso histórico: en un comienzo, la burguesía al frente de sus propios establecimientos, trabajadora en alguna medida, no podía ignorar los proceso de creación de la riqueza material. Tampoco quería hacerlo en tanto ello le permitía criticar a los parásitos sociales, la nobleza y el clero. Una vez conseguido el poder (y en ello el papel de la ciencia no fue menor) no sólo ya le conviene criticar a la religión sino que el mundo material mismo en el que vive sumergido se ha ido opacando a medida que el capital se "esfuma". "El billete de banco [...] incorpora una fuerza social tan poco en relación con su escasa sustancia, que prepara a la inteligencia burguesa a la idea de una fuerza que existiría independientemente de la materia". Este "miserable trozo de papel que uno no se dignaría a recoger, a no ser por su fuerza mágica" tiene la "virtud" de dar a quien lo posee "lo que hay de más deseable en el mundo civilizado: pan, carnes, vino, casas, tierras, caballos, mujeres, salud, consideración y honores", en suma, "los placeres de los sentidos y los goces del espíritu." Dios, concluye Lafargue, "no sabría hacer más", lo que explica por qué "la vida burguesa está tejida con misticismo". Imposible no encontrar, en estas palabras, el eco de los Manuscritos.[...]

martes, 11 de mayo de 2010

La evolución del buen samaritano.

"Oh genial, como si tuviera el tiempo o la voluntad de ayudar a un indigente muriendo..."


"¿Qué es esto?!! Sally necesita una bolsa de fertilizante para su granja de Farmville?? Ya mismo me encargo de ello".

miércoles, 5 de mayo de 2010

Aunque no parezca, estamos avanzando.

Dejo un párrafo que es para reflexionar:
[...]Ayer fue un día simbólico que refutó ese concepto. Casi en simultáneo con la detención [de Martinez de Hoz] en la Cámara de Diputados se trataba la ley de matrimonio gay, un paso gigantesco en materia de igualdad en derechos civiles y humanos, una prueba de maduración de la sociedad. Que hayan ocurrido este martes es una casualidad, pero, piensa el cronista, hay una densa lógica histórica que explica la simetría de ambos avances, sólo imaginables (y aun así, tan trabajosos) en democracia.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/145163-46590-2010-05-05.html

viernes, 30 de abril de 2010

No es por un mísero comedor.

Una salida para el comedor. (Nota página 12).

Parece sencillamente que se estuviese haciendo un escándalo por un pequeño "comedor", 5 lugares (10 creo en realidad) de un mugroso estacionamiento de unos 200+ en total (3 cuartos de cuadra mide el mismo). Esos 10 lugares que tomaron son el único lugar que tenemos para sentarnos, charlar, tomar una cerveza o ponernos a leer mientras esperamos. Es nuestro lugar de reunión, algo que esa facultad nunca tuvo.

Ayer terminé de entender que no tiene nada que ver con el espacio, con la propiedad privada, ni con querer meternos en cana a todos.
Es un simple juego de poder, como estudiantes nos organizamos, nos pusimos de acuerdo, tomamos un espacio (que por ley se nos tiene que garantizar y nunca se hizo), con éxito nos asentamos en él ¿Qué nos impide pensar ahora que podemos ir por más? Esto es lo que se ataca desde la rectoría, intimidarnos a no querer avanzar más.
¿Pero saben qué? Nunca vi a todas las agrupaciones de izquierda en sociales tan unidas como ahora en lo que respecta a este tema. Se ve que no hay mejor forma de despertar a más de uno, que agitando el panal...

El lunes vamos a realizar un pequeño experimento relacionado con el obsoleto modelo de militancia estudiantil (partidista) en función de volver a encantar a los estudiantes con la participación política (sea independiente, partidista o como se prefiera).

Veremos que sale de ello...

jueves, 29 de abril de 2010

Aunque nos haya tocado vivir una decadente etapa.

Mi novia se encontró con este cartel en el subte y tuvo la genial idea de retratarlo para mostrármelo. Justo venimos hablando ambos sobre realizar un proyecto similar, de poca envergadura, pero orientado hacia la expresión de ideas. Esto servirá claramente de motivación.



"Aunque nos haya tocado vivir una decadente etapa del Bajo Imperio, en donde el establishment capitalista inglés, sin cesar, nos está bombardeando con excrementos; multipliquemos la lucha por las causas nobles y ejemplares, por nuestros seres queridos y por solidaridad con nuestros semejantes. -Amigo".

lunes, 26 de abril de 2010

Tú no eres nada...

Seguimos con más de Simone Weil. Excelente texto...
Difícilmente el obrero pueda escribir o hablar sobre su desgracia en la fábrica, ya que el primer efecto de la desgracia es producir la evasión del pensamiento: el obrero no quiere considerar la desgracia que lo hiere. Los obreros, cuando hablan sobre su propia suerte, no hacen más que repetir las palabras de propaganda formuladas por individuos que no son de su misma condición. A un ex obrero le es fácil hablar de su condición primera pero le es muy difícil pensar realmente en ella, ya que nada queda olvidado tan rápido como la desgracia pasada. Un hombre de talento puede, gracias a escritos y por medio de la imaginación, adivinar y describir hasta cierto punto la situación del obrero desde fuera, pero esto no va muy lejos. Las líneas que siguen son el influjo de un contacto directo con la vida de fábrica.

La fábrica podría llenar el alma con el poderoso sentimiento de vida colectiva que otorga al obrero su participación en el trabajo de una gran industria. Todos los ruidos tienen un sentido, todos están ritmados y se funden en una especie de gran respiración del trabajo en común, en la cual se embriaga uno si forma parte de él. Y es tanto más embriagador porque la soledad no queda alterada. No existen más que ruidos metálicos, mordeduras en el metal; ruidos que no hablan de naturaleza ni de vida, sino de la actividad seria, sostenida e ininterrumpida del hombre sobre las cosas. Uno se siente perdido en medio de este gran rumor, pero al mismo tiempo tiene la sensación de que lo domina, porque sobre esta base, sostenida permanentemente y siempre cambiante, lo que sobresale, fundiéndose al mismo tiempo con ella, es el ruido de la máquina que uno dirige. No se tiene, en principio, una sensación de pequeñez como la que se tiene al encontrarse uno inmerso entre la muchedumbre, sino la de ser indispensable. Las correas de transmisión, en donde las hay, permiten beber con los ojos esta unidad de ritmo que siente todo el cuerpo por los ruidos y por la ligera vibración de todas las cosas. En las horas sombrías de la mañana y en las tardes de invierno, cuando sólo brilla la luz eléctrica, todos los sentidos participan de un universo en el cual nada recuerda a la naturaleza, donde nada es gratuito, donde todo es choque, un choque duro y al mismo tiempo conquistador del hombre con la materia. Las lámparas, las correas y las poleas, los ruidos, la chatarra dura y fría, todo concurre a efectuar la transmutación del hombre en obrero.

Si la vida de fábrica fuera solamente esto, sería demasiado hermoso. Pero no es eso. Estas son las alegrías de hombres libres: los que pueblan las fábricas no las sienten sino en cortos y raros instantes, porque no son hombres libres. No pueden experimentarlas más que cuando olvidan que no son libres; y esto raramente pueden olvidarlo, ya que las tenazas de la subordinación los tienen sujetos a través de los sentidos del cuerpo y de los mil pequeños detalles que llenan los minutos que constituyen la vida.

El primer detalle que llega a lo largo del día para hacer bien sensible esta servidumbre es el reloj de control de fichaje. El camino de casa a la fábrica está totalmente dominado por el hecho de que es preciso llegar antes de un segundo, mecánicamente determinado. Es bueno llegar con cinco o diez minutos de adelanto; por este hecho, el paso del tiempo aparece como algo despiadado, que no deja ningún juego al azar. Este reloj de control es, en el día de un obrero, el primer aviso de una ley cuya brutalidad domina toda la parte de la vida pasada entre máquinas; el azar no tiene carta de ciudadanía en la fábrica. Evidentemente, existe –como en todas partes– algún azar, pero no se lo reconoce. Lo que sí se reconoce a menudo, en detrimento de la producción, es el principio de los centros de reclusión: “No quiero saberlo”. Las ficciones son muy poderosas en la fábrica. Hay reglas que nunca se observan, pero que están perpetuamente en vigor. Según la lógica de la fábrica, no existen órdenes contradictorias. A través de todo eso es necesario que el trabajo se haga. Y al obrero le toca arreglárselas, bajo pena de despido. Y se las arregla.

Las grandes y pequeñas miserias, continuamente impuestas en la fábrica al organismo humano, no contribuyen tampoco a hacer sensible la servidumbre. No me refiero a los sufrimientos vinculados con las necesidades del trabajo (éstos pueden soportarse con orgullo), sino a los inútiles. Son éstos los que hieren el alma, porque generalmente nadie va a quejarse de ellos, y se sabe que no se sueña con ello porque por adelantado se tiene la convicción de que uno sería acogido con dureza y, por tanto, es mejor encarar el sufrimiento y la humillación sin decir una sola palabra. Hablar sería buscar una humillación más. Tales sufrimientos son con frecuencia muy ligeros en sí mismos; si son amargos es debido a que cada vez que se experimentan y se experimentan continuamente, se comprueba el hecho de que en la fábrica no se tiene carta de ciudadanía, sino que se es un extranjero admitido como simple intermediario entre las máquinas y las piezas fabricadas; bajo este impacto, la carne y el pensamiento se retraen. Es como si alguien repitiera minuto a minuto, junto a nuestro oído: “Tú no eres nada. Tú no cuentas para nada. Tú estás ahí para doblegarte, sufrirlo todo y callar”. Semejante repetición es casi irresistible. Se llega a admitir, en lo más profundo de uno mismo, que no se es nada. Todos, o casi todos, los obreros industriales –incluso los que tienen un aire más independiente– tienen algo, un algo casi imperceptible en sus movimientos, en su mirada y sobre todo en el rasgo de los labios, que dice que a ellos se los obliga a contarse como nada.

viernes, 23 de abril de 2010

El horror del trabajo.

Excelente nota sacada de página 12.
Existe en la labor manual y, en general, en todo tipo de tarea de ejecución, que es al fin y al cabo el trabajo propiamente dicho, un elemento irreductible de servidumbre que incluso una perfecta equidad social no conseguiría hacer desaparecer. Este elemento surge como consecuencia del hecho de que la ejecución viene gobernada por la necesidad y no por la finalidad. Se efectúa a causa de la necesidad, no en vistas a hacer un bien “porque hay que ganarse la vida”, como vulgarmente dicen los que pasan su existencia en él. Se aporta un esfuerzo, al término del cual, desde cualquier punto de vista, no se tendrá más de lo que ya se tiene; y, en cambio, sin este esfuerzo se perdería incluso lo poco que se tiene.

Pero en la naturaleza humana no existe para el esfuerzo otra fuente que el deseo. Y no pertenece al hombre desear lo que ya tiene. El deseo es una orientación, un principio de movimiento dirigido hacia alguna cosa, el movimiento hacia un punto en el cual no se está. Si el movimiento, apenas empezado, se desarrolla en torno del punto de partida, al igual que lo hace la ardilla en la jaula, o como lo puede hacer un condenado en su celda, este girar continuamente conduce de manera rápida al agotamiento.

El agotamiento, el cansancio y el fastidio constituyen la gran tentación de todos los que trabajan, sobre todo de los que están en condiciones inhumanas, pero incluso de los otros, que están situados de forma algo mejor y a veces, también, esta misma tentación hiere a los mejores.

Existir no es un fin en sí para el hombre; es solamente el soporte de todos los bienes; tanto da que sean verdaderos o falsos. Los bienes se añaden a la existencia. Cuando desaparecen, cuando la existencia ya no viene adornada por bien alguno, cuando está desnuda, no guarda ya ninguna relación con el bien e incluso es un mal. Y lo es en el momento mismo en que se sustituye a todos los bienes ausentes y se transforma en sí misma, constituyéndose la existencia en el único fin, el único objeto del deseo. El deseo del alma se encuentra, en tal caso, sujeto a un mal desnudo y sin velo. El alma se encuentra entonces presa de horror.

Este horror es aquel mismo que se da en el momento concreto en que una violencia inminente viene a infligir a alguien la muerte. Este momento de horror se prolongaba en otros tiempos, durante toda la vida, para todo aquel que, desarmado por la espada del vencedor, no era muerto como consecuencia de la derrota. A cambio de la vida que se le dejaba mantener, el infeliz debía agotar en la esclavitud sus energías en esfuerzos continuos, a lo largo del día, de todos los días, sin poder esperar nada, sino el no ser muerto ni flagelado. Tampoco podía perseguir otro bien que el de existir. Los antiguos decían que el día en que a un hombre lo habían hecho esclavo le habían quitado la mitad de su alma.

Pero toda condición humana en la cual una persona se encuentra necesariamente en la misma situación el último día de un período de un mes, de unos años, de veinte años de esfuerzos, que el primer día en que se comienza, guarda cierta semejanza con la esclavitud. La semejanza consiste en la imposibilidad de hacer otra cosa distinta de la que ya se hace, de no poder orientar el esfuerzo hacia la adquisición de un bien. Se realizan únicamente esfuerzos para subsistir.

Todo es interminable en esta existencia; su finalidad no se ve por parte alguna: la cosa fabricada es un medio; alguna cosa que será vendida. ¿Quién puede hacer de ella su bien? La materia, la herramienta, el cuerpo del trabajador, su alma, son asimismo medios para la fabricación. La necesidad está por todas partes, el bien no se encuentra en parte alguna.

No hay que buscar en otras partes las causas de la desmoralización del pueblo. La causa está ahí, es permanente, es esencial a la condición del trabajo.

Lo que sí debe hacerse es buscar las causas que, en épocas anteriores, impidieron que la desmoralización se produjese. Veamos: una gran inercia moral, un gran esfuerzo físico que convierte el mismo esfuerzo en algo casi insensible permite soportar este vacío. De otra forma, hacen falta compensaciones. La ambición de otra condición social para uno mismo o para los hijos es, por ejemplo, una de ellas. Los placeres fáciles y violentos constituyen otra compensación: compensación de la misma naturaleza, tanto da que sea el ensueño en lugar de la ambición.

El domingo es el día en que se quiere olvidar que existe una necesidad de trabajo. Para ello hay que gastar dinero. Es preciso estar vestido como si no se trabajara. Es necesario dar una serie de satisfacciones a la vanidad y a las ilusiones de poder que las licencias morales proporcionan con mucha facilidad. El libertinaje tiene, exactamente, una función análoga a la de un estupefaciente y el uso de estupefacientes constituye siempre una tentación para los que sufren. En fin, la revolución incluso es una compensación de la misma naturaleza: es la ambición transportada a lo colectivo, la loca ambición de una asociación de todos los trabajadores a una plataforma situada fuera de la condición de trabajadores.

El sentimiento revolucionario es –en una fase primera, en la mayoría– una rebelión contra la injusticia, pero llega a ser, también en la mayoría, tal como ha ocurrido históricamente, un imperialismo obrero absolutamente análogo al imperialismo nacional. Tiene por objeto la dominación realmente ilimitada de cierta colectividad sobre la humanidad entera y sobre todos los aspectos de la vida humana. El absurdo de este hecho se encuentra en que, en este ensueño, la dominación estaría en manos de los que ejecutan el trabajo, los cuales, por consiguiente, no pueden dominar.

En cuanto que constituye una rebelión contra la injusticia social, la idea revolucionaria es buena y sana. En tanto que constituye una rebelión contra la desgracia esencial a la condición misma de los trabajadores, es una mentira. Ya que ninguna revolución suprimirá esta desgracia. Pero la mentira –como evasión– es lo que tiene mayor éxito, ya que esta desgracia esencial de la condición del trabajo se siente mucho más vivamente, más dolorosamente que la injusticia misma. Por otro lado, sin embargo, dicha rebelión conviene esencialmente a la revolución, al tiempo que, en otra línea, la esperanza de la revolución es siempre un estupefaciente.

La revolución satisface asimismo el deseo de aventura, que es la cosa más opuesta a la necesidad y que es incluso una reacción contra la misma desgracia. El gusto por las novelas y los films policiales y la tendencia a la criminalidad que aparece en los adolescentes corresponde también a esta necesidad.

Los burgueses han sido muy inocentes al creer que la buena receta para librarse de preocupaciones consiste en transmitir al pueblo el fin que gobierna su propia vida burguesa; es decir, posibilitar la adquisición del dinero. Han llegado en esta línea hasta el límite de lo que les parecía posible a través del trabajo a destajo y la extensión de los cambios entre las ciudades y el campo. Pero con ello no han hecho más que llevar la insatisfacción hasta un grado de exasperación muy peligroso. La causa es simple. El dinero, en tanto que es finalidad de los deseos y de los esfuerzos, no puede tener en su ámbito condiciones en cuyo interior sea imposible enriquecerse. Un pequeño industrial, un pequeño comerciante, pueden enriquecerse y llegar a ser un gran industrial o un gran comerciante. Un profesor, un escritor, son indiferentemente ricos o pobres. Pero un obrero que llega a ser muy rico deja de ser un obrero y poco más o menos lo mismo ocurre con un campesino. Un obrero no puede ser mordido por el deseo del dinero sin desear salir, solo o con sus camaradas, de la condición obrera.

El universo en que viven los trabajadores rehúsa la finalidad. Es imposible que dicho mundo se penetre de fines, a no ser que ello ocurra en breves períodos que corresponden a situaciones excepcionales. El rápido equipamiento industrial de los países nuevos, tal como ha ocurrido en América o Rusia, produce cambios sobre cambios a un ritmo tan risueño que propone a todos, casi día a día, cosas nuevas que esperar y que desear; esta fiebre de construcción ha sido el gran instrumento de seducción del comunismo ruso, por efecto de una coincidencia que se refería al estado económico del país y no a la revolución ni a la doctrina marxista. Cuando se elaboran metafísicas a base de estas situaciones excepcionales, pasajeras y breves, como lo han hecho los americanos y los rusos, son metafísicas mentirosas.

La familia se procura sus propios fines en forma de niños a los cuales educa. Pero a menos que se espere para ellos otra condición –y por la naturaleza de las cosas, tales ascensos sociales son necesariamente excepcionales–, el espectáculo de ver a unos niños condenados a la misma triste existencia no impide el sentir dolorosamente el vacío y el peso, al mismo tiempo, de esta existencia.

Este vacío paradójicamente pesado hace sufrir mucho. Es sensible, incluso, a muchos de estos hombres, cuya cultura es casi nula y cuya inteligencia es muy pequeña. Aquellas personas privilegiadas que por su condición no saben lo que es esto, no pueden juzgar con equidad las acciones de los que soportan dicho vacío durante toda su vida. No hace morir; pero es quizá mucho más doloroso que el hambre. Mucho más. Quizá sería literalmente verdadero decir que el pan es menos necesario que el remedio a este dolor.

No existe elección de remedios. Solamente existe uno, uno solo. Una sola cosa hace soportable la monotonía, una luz de eternidad: es la belleza.

Existe un único caso en el cual la naturaleza humana soporta que el deseo del alma se dirija no hacia lo que podría ser o lo que será, sino hacia lo que existe. Este caso es la belleza. Todo cuanto es bello es objeto de deseo, pero no se desea que el objeto sea otro, no se desea cambiarle nada, se desea el objeto bello tal y como es. Se mira con deseo el cielo estrellado de una noche clara, y lo que se desea es, únicamente, el espectáculo que se posee.

Ya que el pueblo está obligado a dirigir todo su deseo a lo que ya posee, la belleza está hecha para él, y él para la belleza. La poesía es quizás un lujo para las otras condiciones sociales. Pero el pueblo, en cambio, tiene necesidad de poesía tanto como de pan. No de poesía encerrada en meras palabras; ésta, por propia naturaleza, por abstracta y evasiva, no le sirve de nada. El trabajador tiene necesidad de que la sustancia misma de su vida cotidiana sea ya poesía.

* Fragmento de “Condición primera de un trabajo no servil”, publicado originalmente en 1942 e incluido en La condición obrera, recientemente publicado en la Argentina (Ed. El Cuenco de Plata). El libro se vincula con la experiencia de trabajo de la autora en las fábricas Alsthom y Renault, entre 1934 y 1935.

jueves, 18 de marzo de 2010

La revolución no será televisada.

Excelente tema de Gil Scott-Heron.

Disfruten.


You will not be able to stay home, brother.
You will not be able to plug in, turn on and cop out.
You will not be able to lose yourself on skag and skip,
Skip out for beer during commercials,
Because the revolution will not be televised.

The revolution will not be televised.
The revolution will not be brought to you by Xerox
In 4 parts without commercial interruptions.
The revolution will not show you pictures of Nixon
blowing a bugle and leading a charge by John
Mitchell, General Abrams and Spiro Agnew to eat
hog maws confiscated from a Harlem sanctuary.
The revolution will not be televised.

The revolution will not be brought to you by the
Schaefer Award Theatre and will not star Natalie
Woods and Steve McQueen or Bullwinkle and Julia.
The revolution will not give your mouth sex appeal.
The revolution will not get rid of the nubs.
The revolution will not make you look five pounds
thinner, because the revolution will not be televised, Brother.

There will be no pictures of you and Willie May
pushing that shopping cart down the block on the dead run,
or trying to slide that color television into a stolen ambulance.
NBC will not be able predict the winner at 8:32
or report from 29 districts.
The revolution will not be televised.

There will be no pictures of pigs shooting down
brothers in the instant replay.
There will be no pictures of pigs shooting down
brothers in the instant replay.
There will be no pictures of Whitney Young being
run out of Harlem on a rail with a brand new process.
There will be no slow motion or still life of Roy
Wilkens strolling through Watts in a Red, Black and
Green liberation jumpsuit that he had been saving
For just the proper occasion.

Green Acres, The Beverly Hillbillies, and Hooterville
Junction will no longer be so damned relevant, and
women will not care if Dick finally gets down with
Jane on Search for Tomorrow because Black people
will be in the street looking for a brighter day.
The revolution will not be televised.

There will be no highlights on the eleven o'clock
news and no pictures of hairy armed women
liberationists and Jackie Onassis blowing her nose.
The theme song will not be written by Jim Webb,
Francis Scott Key, nor sung by Glen Campbell, Tom
Jones, Johnny Cash, Englebert Humperdink, or the Rare Earth.
The revolution will not be televised.

The revolution will not be right back after a message
bbout a white tornado, white lightning, or white people.
You will not have to worry about a dove in your
bedroom, a tiger in your tank, or the giant in your toilet bowl.
The revolution will not go better with Coke.
The revolution will not fight the germs that may cause bad breath.
The revolution will put you in the driver's seat.

The revolution will not be televised, will not be televised,
will not be televised, will not be televised.
The revolution will be no re-run brothers;
The revolution will be live.

martes, 9 de marzo de 2010

Imagina no existir hasta que un hombre te necesite

Así comienza el diálogo de este video. Sacado de una película que no tiene mucho que ver con lo que quiero mostrar en este fragmento.



Otro pequeño ejemplo más para continuar tratando de cambiar la concepción de trabajo.

viernes, 5 de marzo de 2010

Capitalismo: Una historia de Amor

Michael Moore de nuevo se zarpa con este film. Nos muestra una visión completamente crítica del sistema de relaciones sociales de producción capitalista. Es increíble como sin necesidad de caer en debates teóricos complejos, aludiendo a juegos de imágenes, testimonios y sutiles paródias se puede sacar a flote las ironías, injusticias y locuras que permitimos constantemente en nuestra sociedad.


Es un llamado acérrimo a una introspección en nuestro modo de vida, en como votamos, como pensamos, como miramos a nuestro alrededor. Creo que la película no solo está orientada al pueblo norteamericano, sino a todo ciudadano del planeta. Algo está muy mal y realmente tenemos que empezar a pensar diferente.

Quisiera explayarme mucho más sobre los asuntos que toca, pero no hace falta. Tal vez más adelante centre mi atención en la necesidad de una participación mínimamente comprometida. Pero será charla de otro momento, antes tengo que hacer un par de experimentos...

Capitalismo; Una historia de amor.

viernes, 26 de febrero de 2010

Argentina es malvinas. Una brillante nota de Caparrós.

Por no decir la mejor en realidad. Martín Caparrós es un periodista al cual considero un excelente sociólogo, sigo de cerca lo que escribe, porque lo hace con calidad, objetividad y sensatez en esos momentos de mayor efervescencia social.

Pero esta nota, la verdad que se zarpa. Por favor no pueden dejarla pasar de lado.

Leanlo acá Crítica.
Las Malvinas son argentinas es una gran frase. Es uno de los eslóganes de la patria y, al mismo tiempo, la síntesis de una idea de esa patria; las Malvinas son argentinas, dice: afirma una calidad teórica, sostenida por supuestos merecimientos históricos, que la realidad se empeña en desmentir. Y no dice las Malvinas serán argentinas, podrán ser argentinas, deberían ser argentinas; dice que lo son, porque está escrito en las tablas de la justicia históricogeográficopolíticoinmanente.[...]

[...]En estos días volvieron las Malvinas, y lo primero que me incomodó fue la causa aparente: el gobierno argentino protestó porque una empresa británica empezaría a explorar la posibilidad de petróleo en esa zona. Era un clásico caso de ahora se vienen a acordar: ese mismo gobierno lleva siete años manejando un país donde casi todo el petróleo es explorado y explotado por empresas extranjeras.[...]

[...]Entonces a más de un mal pensado se le ocurrió que lo que querían era “malvinizar” la coyuntura.[...]

[...]Es probable, también, que a muchos les importe todavía: que tantas décadas de martilleo escolar sigan siendo eficaces, que una de las premisas ideológicas de la nación no se disuelva sólo porque el tiempo pase o la pobreza nos ataque o un general borracho haya creído que podía –y haya podido– usarla en su provecho.[...]

[...]En estos días volvieron las Malvinas. Supongamos que siempre fueron, más que nada, un símbolo: la forma de decir no vamos a dejar que nos ocupen otros, que nadie nos mande –lo cual sonaba particularmente curioso, levemente vacuo en esos largos períodos en que nuestros gobiernos cumplían las órdenes de Londres o de Washington sin dejar de agitar el eslogan.[...]

Brillante ¿No?

lunes, 22 de febrero de 2010

El Derecho a la Pereza I

Si la clase obrera lograra desterrar de su corazón el vicio que la domina y que envilece su naturaleza, para levantarse con toda su terrible fuerza y aplicarla, no a reclamar los derechos del hombre (que no son más que los derechos de la explotación capitalista) ni tampoco el derecho al trabajo (que sólo es el derecho a la miseria), sino a forjar una ley que porhibiese a todos los hombres trabajar más de tres horas por día, si la clase obrera lograra hacer esto, la Tierra, nuestra vieja Tierra, se estremecería de alegría y sentiría surgir en ella un nuevo universo...¡Oh, Pereza, ten piedad de nuestra dilatada miseria! ¡Oh, Pereza, madre de las artes y de las nobles virtudes, sé el bálsamo de las angustias humanas!.

Una belleza de la obra que estoy empezando a descubrir. El derecho a la Pereza de Lafargue. Gracias a Sartelli (prof. de economía en la facultad de sociales) con "Contra la Cultura del Trabajo: Una crítica marxista del sentido de la vida en la sociedad capitalista".

jueves, 28 de enero de 2010

Kermesse en Apoyo Escolar de SUR!

Fue por pura curiosidad que me metí en esto. No busco revolucionar nada, sé que no tengo ni el conocimiento ni la oportunidad de cambiar realmente las cosas. Pero de por sí, la experiencia de convivir con estos chicos, de escucharlos, de tratar de entenderlos, de comprender, de enseñar algo o simplemente de tratar de servir como minúsculo modelo de referencia (cosa que nos falta tanto hoy en día en nuestra juventud), todo esto se vuelve un recurso valiosísimo en la formación como Sociólogo que quiero lograr de mí mismo.

Siempre tratamos de planificar alguna actividad extra del apoyo escolar que brindamos, no somos profesionales, somos bastante novatos en esto y a pesar de ello, creo que nos sale bastante bien.



Estas son fotos del 5 de septiembre del año pasado. Fue un hermoso día. Ir los sábados al barrio se convirtió en un respiro, un desahogo, un momento de lucidez entre tanta locura diaria.

miércoles, 20 de enero de 2010

"Porque me siento segura..."

- Porque me siento segura -. Respondió Gloria a la interrogante que le había formulado.

- ¿Por Qué estás en la calle? - Que pregunta inútil que se me ocurrió hacerle. Desde un punto de vista tanto Sociológico como Social en general realmente lo es. Al menos su respuesta claramente me dio indicios de que clase de pasado aún no quiere confesar. Algo traumático esconde su inconsciente. No me queda duda de esto luego de un pequeño diálogo que mantuvimos.
- ¿Cómo te sentís hoy? - le indagué, esta vez creo que fue acertada la pregunta.

- Cansada, así como si hubiese hecho ejercicio durante horas - me responde con su suave, pero agudo tono de voz.

- ¿Tenés algún lugar para pasar la noche? -

- Sí, sí, tengo un lugar - me respondió, - Pero no estoy pudiendo dormir, sufro mucho frío a la noche -.

¿Cómo puede tener frío con este infierno que es el microcentro en verano? Pensé, pero al rato me di cuenta que ella no se mueve, esta todo el día en la calle, sin poder asearse, cambiarse de ropa, alimentarse bien. Su testimonio refuta mi infantil idea de que las noches de verano pueden no ser tan tortuosas a comparación de las de invierno. Veo que claramente estoy equivocado, cualquier noche en la calle es una mierda por igual, si hace frío o no son detalles irrelevantes para quien no tiene techo.
- ¿Si te averiguase algún lugar donde pasar la noche para que descanses, te gustaría? En este punto ya me avivé un poco, recordando lo aprendido en la facultad ya sabía la respuesta ante la pregunta. Su "No" era obvio.

- No, no. - Como me lo esperaba.

Un pequeño silencio nos acompañó e inmediatamente me dijo:

- ¿Sabés que estaría bueno que traigas? Una coca de esas chicas, de 3 pesos ¡Que caras que están acá! Allá en corrientes me vendían una grande a 4 pesos no más. -

- ¿Sos de Corrientes? - casi como cambiando de tema le pregunté, en realidad me llamó demasiado la atención poder hablar un poco sobre su pasado.

- No, soy de acá (Capital) -

- ¿Pero viviste allá? - Insistí.

- Nah... (titubeando) ya no me acuerdo - Su mirada se perdió en el pasado. Pregunté algo que no debía.

- Bueno, voy a buscar una coca bien fría, ya vengo - Fue mi última acotación, como habiendo admitido que era un tema al cual no debía volver.

Mi curiosidad por querer saber de donde viene, cual fué la situación que la llevo a quedarse en la calle va a tener que esperar sentada. ¿Qué jodida experiencia tiene que haber vivido una persona para sentirse segura en la calle?. No se me vienen respuestas agradables a la cabeza cuando me pregunto esto.

martes, 19 de enero de 2010

Gloria

Se llama Gloria, su pelo enmarañado parece hacer juego con la mirada perdida que me enfrenta a veces. Bastante consciente sobre sí misma, ya llevaba una semana en la calle, sentada sobre una gruesa manta, se pasa las horas mirando la nada en pleno microcentro porteño.

No quise indagar sobre como fue a parar a la calle, solo sé que lleva un buen tiempo allí. Ayer junté el valor suficiente para acercarme y hablar, me tentaba, tenía ganas, pero no me atrevía. No fue hasta que vi a las dos agentes de ministerio de desarrollo social que recién me convencí de que debía hacerlo. Luego de una corta conversación con estas dos personas, pude sentirme con el ánimo suficiente para hacerlo.

Fue luego del fin de semana que mandé las excusas al demonio y le saqué conversación. No fue fácil al comienzo, obviamente ella no iba a abrirse a mi mejor cara de comprensión que puse en el momento, el diálogo presentó trabas, pero poco a poco logramos comunicarnos. Me contó que estaba esperando que las dos agentes (una Psicóloga Social y su compañera una Trabajadora Social) le consiguieran el numero de teléfono de un conocido, que podría ayudarla a salir de su situación actual, inmediatamente ofrecí mi ayuda para conseguir esa información (inocentemente creyendo que no habría datos que no pudiese conseguir con Google y un poco de investigación) pero se excusó diciendo que en ese momento no lo recuerda, que es según los momentos de lucidez que le vienen. Obviamente esto tiene mucho de verdad, pero no descarto la posibilidad de que no confíe lo suficiente en mi como para brindarme tal información, en su lugar tampoco lo haría porque sí. Ella deposita toda su confianza en que estas dos chicas le consigan este número para salir de la situación y por como me habla cuando me cuenta de ello, realmente cree que la van a ayudar.

Seguí insistiendo en que otra clase de ayuda podría necesitar, al menos para pasar el rato, la calle puede ser un lugar bastante duro para pasar el día, aún (e inclusive peor a veces) en el pleno verano de capital. " - ¿En realidad querés ayudarme? -" me dijo y ante mi insistencia me asignó una tarea que realmente va a ser interesante llevar a cabo. " - Conseguime una muda de ropa, un saquito y pantalones blancos junto con un par de zapatos del mismo color, con punta redonda. De esta forma me dejan quedarme en los negocios de la zona desayunando sentada en alguna mesa. -", lo que podría parecer un capricho de malcriada ante semejante petición, no es nada más que lo más lógico que se me podía ocurrir. Obviamente el conjunto de ropa blanca le trae fuertes recuerdos de un pasado glorioso. Y como para dejarla sentarse en un bar a desayunar gratis tiene que ocultar su condición actual (para no molestar a los ignorantes clientes que puedan verla y sentir asco), ella asimila la imagen de sí misma "normal" vestida de blanco, tranquila, en la mesa de un bar.

Ya me puse en marcha, hoy hablé con ella un poco más, le llevé algo para almozar y hablamos un poco más de su amigo al que hay que contactar. Tal vez con paciencia me tome más confianza y logre realmente hacer algo significativo por sacarla de esa situación, mientras tanto, conseguirle ropa se está volviendo una odisea...

lunes, 18 de enero de 2010

Videoteca de humanidades.

En general es difícil conseguir documentales de calidad en internet. Obviamente pululan documentales enfocados en un entretenimiento barato que en un asombro dirigido a continuar con la investigación personal sobre lo que se mira.

De todas formas, dejo un enlace a un excelente sitio mantenido por estudiantes de Filología y Literatura, no solo postean documentales interesantes (Debo admitir que varios me resultan bastante aburridos), sino que se encargan de traducirlos ellos mismos. Algo que es muy valioso si consideramos que varios de ellos no se encuentran en inglés (y mucha gente no lo domina como para prescindir de los subtítulos).

Fuí a parar a esa página por consejo de un profesor de la facultad, en búsqueda de mayor conocimiento sobre el trabajo de Bourdieu. Se las recomiendo.

http://doclecticos.blogspot.com/

viernes, 15 de enero de 2010

La asquerosa rutina de trabajar II

Uno no sabe lo que es quemarse hasta que no se quema por primera vez.

Uno no sabe lo que es la alegría hasta que no la experimenta por primera vez, como la tristeza, el amor, la bronca o el dolor

Así pasa también con el sentirse explotado, uno no sabe lo que es hasta que trabaja para una empresa privada del sistema capitalista en el que estamos inmersos; ahí es cuando se sabe lo que es ser solo una pequeña parte del engranaje de esta gran maquinaria que parece funcionar sola y llevarnos con ella en su movimiento, movernos con ella, arrastrarnos, hacia donde quiere que lleguemos.

A veces nos sentimos felices siendo parte de esto, pero es una falsa ilusión que sentimos por el hecho de satisfacer nuestras necesidades, nuestros pequeños gustos, nuestras mentiras. No se llega a nada viviendo en la falsedad de creernos felices en un mundo donde no lo somos. No sirve de nada conformarse con lo que tenemos porque “así es mi vida” o “esto es lo único que puedo conseguir”. No es justo que unos pocos se queden con todo el fruto de nuestro esfuerzo, no es justo que pasemos 9 horas en una oficina, frente a una pantalla, obedeciendo órdenes, solo para que algunos obtengan cada vez mas beneficios.

A veces me pregunto si la gente realmente disfruta de su vida rutinaria y aburrida que transcurre igual, minuto a minuto, hora a hora, día a día, mes a mes, año a año… Seguramente algunos la disfrutaran, pero esta claro no es mi caso, como tampoco debe ser el de muchos. Creo que el sentimiento que se me viene enseguida al pensar en mi trabajo el de frustración, palabra definida en el diccionario de la Real Academia Española como “Acción y efecto de frustrar”; y frustrar significa “Privar a alguien de lo que esperaba”; y si, a mi me priva de cosas, de muchas cosas, evidentemente el hecho de trabajar no es lo que yo esperaba que fuera cuando era chica. Y frustración además por sentir que mi tiempo termina siendo improductivo para mi, o productivo para otros, que es igual de frustrante.

jueves, 14 de enero de 2010

El origen de la cuestión social.

¿Cómo me identifico a mi mismo? O sea ¿Cómo se que yo, soy yo y no otro? ¿Cómo sabés vos que sos "fulano tal" y no "mengano cual"? La respuesta es más sencilla de lo jodido que quiera aparentar ser este planteo filosófico. Yo sé que soy yo, y vos sabés que sos vos porque te identificas a través de otra persona. De otroS seres humanos como vos y como yo.

Nuestra mente juega con esos conceptos de manera muy rápida y casi instintiva. En una reunión de amigos, que otros te reconozcan como quien sos rectifica en tu consciencia tu propia identidad, no solo como el mero nombre que llevás, si no también como ser humano perteneciente a X sociedad.

El documento de identidad tiene este rol justamente. De identificarnos, darnos una posición, un lugar, una categoría y nuestra mente también hace uso efectivo de esta herramienta para poder vernos a nosotros mismos. Somos Argentinos porque nuestro documento siempre lo dijo y la gente que nos rodea legitima la autoridad implícita en el mismo validando nuestra nacionalidad como tal.

Si aún cuesta entender hacia donde apunta esta explicación. Basta usar un poco la imaginación. ¿Es posible para un ser humano, existir prescindiendo de cualquier otro semejante?. Desde ya sabemos que un ser humano para venir al mundo, necesita de otro. Todo conocimiento incorporado en nuestra cabeza fue heredado de un largo legado que tenemos detrás nuestro. Aún (recordando a escritos de marx) cuando Robinson Crusoe se encuentra solo en la isla, su comportamiento esta condicionado por toda la influencia que la sociedad tuvo en él. No podemos escapar al conjunto humano, no somos seres humanos si no vivimos en sociedad, es imposible pensar en un humano completamente independiente de la sociedad. De hecho, esta es una de las características tan propia del humano como su mismo concepto. No se es humano si no se vive en sociedad. Sí, obviamente Aristóteles tenía razón, "el hombre es un ser viviente en la polis". Si no está en ella, no es hombre. Hoy simplemente se ha modernizado un poco más ese concepto.

Entonces, si nosotros existimos como tales porque vivimos en una sociedad ¿Por Qué no paramos de pensar en términos de exclusiva individualidad?. El problema radica acá. Somos incoherentes con nuestra propia existencia... Somos seres sociales, vivimos en una sociedad, de diferente forma, tamaño, religión, etc etc, pero vivimos JUNTOS. EL pensar siempre en un individuo aislado del resto, el pensar fuera de la gente que tengo alrededor, es la causa de muchos de los males que sufrimos en la actualidad, y es lo que justamente permite que se nos mantenga bajo un firme control, no pienses! y si lo hacés, hacelo mal...

Y es a partir de este punto que quiero comenzar...

miércoles, 13 de enero de 2010

La verdadera preocupación detrás del ataque a Google en China

Todos están como locos en internet hablando del ciber ataque que sufrió google en China. Pero lo que me llama la atención más allá de los 3.000 artículos que ya hay rondando en google news, es que se habla más de la amenaza por parte de Google de retirarse de China más que de la implicancia de la supuesta complejidad del ataque.



Google dió por sentado que hay una relación entre el gobierno chino y el ataque recibido, claramente hay 2 cuestiones que podemos sacar en conclusión.

  1. El Gobierno de Estados Unidos ya habla a través de sus principales empresas como Google.

  2. Los ejércitos de los países mas militarizados cuentan con una sección "cibernética" o en simples palabras con un "ciber - ejército".


Ya el debate no debería basarte en si Google debería o no retirarse del mercado Chino, lo cual es fácilmente explicado porque como empresa capitalista jamás actúa por fuera de una lógica capitalista. Lo importante es entender que o el gobierno norteamericano está hablando a través de Google, o Google tiene al gobierno norteamericano atado a su voluntad.

martes, 12 de enero de 2010

La asquerosa rutina de trabajar I.

Me resulta tan difícil coexistir con la noción de la cantidad de tiempo que me paso sentado en esta silla frente a este monitor. Haciendo una actividad que para mi no tienen ninguna otra finalidad mas que traerme un sueldo a fin de mes. No niego que aprenda cosas nuevas, pero en el fondo son cosas que no me importan. Bueno, confieso que estuve practicando japonés y leyendo un poco de marx, o sea si aprendo algo nuevo, pero nada fuera de lo que vengo viendo en la facultad y en el centro de idiomas donde también estudio.

Al principio sentía que descubría las reglas del juego. Luego me chocaba directamente con la frustración de entender que siempre existieron, simplemente no las veía.

Las reglas son sencillas, no siguen ninguna lógica suprema, hasta luego de analizarlas un poco las logro resumir en una sola regla suprema. A lo Jesús y su nuevo mandamiento Vs. Moisés y sus 10 mandamientos.
Toda acción que realices en tu entorno laboral, solo será permitida si cumple con la finalidad de hacerle ganar plata a la empresa.

Y cuando creas que esto no se aplica, pensá en el pero que le viene después.

Ah, no cuentan beneficios laborales (derechos y similares) ya que les son impuestos a las empresas. Y si alguien piensa en cualquier medida relacionada con la seguridad e higiene, o en sencillas palabras, cualquier decisión tomada en beneficio de la salud del trabajador. No se engañen, estas se llevan a cabo por la plata que la empresa perdería si la llegasen a sancionar en caso de no cumplir con ciertas normas (que también les son impuestas).

Concluyendo por ahora. Nada que se hace, es sino por el beneficio de aumentar el tamaño de los bolsillos de un puñado de empresarios.

viernes, 8 de enero de 2010

Brasil y su crecimiento

Leyendo el Diplomatique Le Monde de este mes, un diario que por cierto recomiendo mucho, me encuentro con un artículo muy interesante sobre Brasil y su crecimiento. Dejo unos datos que son para reflexionar realmente.



[...] La política de Da Silva va de la mano de la expansión de las multinacionales brasileñas: la compañía de hidrocarburos Petrobas, la minera Vale, los líderes de la construcción civil Odebrecht y Camargo Correa, el campeón de la carne JBS Fribol, el del pollo BRF, la aeronáutica Embraer, el banco Itaú, para no hablar de los cientos de productores de etanol y de soja, asistieron al fuerte crecimiento de sus exportaciones o de sus inversiones en el extranjero. Y el descubrimiento de importante yacimiento de petróleo a lo largo del país, no hace más que impulsar la vocación exportadora de Brasil. Por otra parte, Pekín prestó 10.000 millones de dolares a Petrobras para garantizar su futuro acceso a los hidrocarburos. Y el año pasado, por primera vez, China se convirtió en el primer destino de los productos brasileños, reemplazando a Estados Unidos.[...]

[...]En Argentina, la brasileña Ambev se cuida de que la población se entere de que compró la mítica cerveza Quilmes. Asimismo, los principales productores de carne locales quedaron bajo bandera brasileña; lo mismo ocurre en Uruguay con el arroz, un sector fundamental. En Bolivia, las empresas brasileñas controlan más de un quinto de la economía, a través de la soja y el gas. En Paraguay, las tierras fértiles de los departamentos del Alto Paraná, San Pedro, Concepción, Amambay y Canindeyú están cubiertas de soja brasileña.[...]

[...]"la política comercial de Brasil tiene como objetivo convertir al país no sólo en una nación más rica, sino también en una más poderosa".[...]

Es un caso digno de seguir de cerca, en los próximos años realmente vamos a escuchar mucho más de Brasil. No me queda duda de ello. En mi opinión, mejor así, es un excelente aliado que quiere que sus países vecinos también posean una economía sólida, se nota que ellos si piensan diferente.

jueves, 7 de enero de 2010

El mundo no es el mundo del trabajo.

Fue Paul Willis en aprendiendo a trabajar (gracias a un final de la facultad) quien me dio a comprender porque me sentía tan fuera de mi mismo en la cotidiana actividad de trabajar.

Más allá de mi período de alienación (el cual Marx lo explica de maravillas en sus Manuscritos), no entendía porque la mayoría de la gente que me rodea en el ámbito laboral no logra comprender a que es lo que me refiero.

Es en la escuela donde terminan de fijarnos la idea de que el mundo como tal, es el mundo del trabajo. Como mundo del trabajo se entiende que toda nuestra vida, todo nuestro mundo, nuestra manera de verlo y comprenderlo, gira alrededor de la actividad laboral que llevemos a cabo. Esa supuesta autonomía que tenemos es completamente falsa. Para entenderlo, hay que ver algo básico como lo siguiente:

  • ¿Querés irte de vacaciones? Depende de cuanta plata tengas, y cuando te DEN las vacaciones en el trabajo.

  • ¿Querés viajar a algún lado a conocer otra cultura? Depende de exactamente lo mismo que lo anterior.

  • ¿Querés estudiar? Depende de que trabajo tengas y cuanto TIEMPO te permita brindarle al estudio.

  • ¿Querés disfrutar de tu familia/amigos? Depende de que días y horas trabajes, sumado a cuantas energías te deje.


Y podría seguir así. Tal vez a mucha gente no le parezca sensato lo dicho recién, pero mucha gente vive a partir de su trabajo. "Dime donde trabajas y te diré quien eres..."

Por ahora me voy a detener en este pequeño ejercicio mental. La mejor manera de empezar a darnos cuenta como somos según el trabajo que tenemos, es pensar en aquellos que NO trabajan, que no tienen trabajo y que no tienen relación con gente que trabaje. El ejemplo más fácil son la gente que vive en la calle. ¿Quienes son ellos para nosotros? No son NADIE .

miércoles, 6 de enero de 2010

Descubriendo el perfil del argentino consumidor I.

Hoy estaba prestando atención al último chice del mercado de celulares. El nuevo "Nexus One", a.k.a. "The Google Phone".  No puedo dejar pasar por alto esta novedad ya que esa partecita nerd que tengo dentro añora con poder tener un juguete así.

Una vez superada la frustración que se me produce al saber que vivo en un país incompatible con cualquier avance tecnológico de última, penúltima y antepenúltima generación, me pongo a pensar en las diferencias del mercado de telefonía celular americano con el argentino. Sí, ya sé que las diferencias son enormes y que hay todo un trasfondo estructural-industrial-económico que lo determina. Pero la pregunta persiste: La no existencia de planes ilimitados de datos, voz y mensajes en el mercado argentino, ¿Es a causa de la falta de infraestructura tecnológica o tiene una razón más compleja?.


Las 3 empresas dominantes del mercado carecen de este tipo de planes. Y sin embargo en muchos países del mundo se ofrecen como planes básicos ya. ¿Se da porque realmente el mercado argentino no es tentador para una mayor inversión por parte de las empresas? Parece ser la respuesta mas coherente, pero por más sentido que tenga, sigue siendo una respuesta fundamentada dentro de una lógica capitalista. Seamos honestos, esto es falso existiendo mas de 1 celular por habitante. Así que pensemos como empresarios ¿Por qué invertir (monedas para una empresa) en infraestructura y brindar un servicio ilimitado, si con las ENORMES limitaciones de los planes actuales sigo teniendo una alta ganancia? Y ni hablar de que ni siquiera tienen que ofrecer mas ventajas para competir, porque como no existe competencia, manejan los precios a su antojo.

El empresario argentino es muy vivo. Empiezo a sospechar que es uno de los peores...

El argentino consumidor es un Boludo. Empieoz a sospechar que es de los peores....

martes, 5 de enero de 2010

Tanta verdad...

Lástima que en el fondo es una campaña para promocionar una empresa. De todas formas merece la mención.


Lo encontré en 9gag.com